Continuación…tenemos que tener cuidado:

2. No pidas precio a todos

Mientras menos fabricantes sepan tu idea, mucho mejor para tus intereses. Averigua si pueden fabricar tu producto valorando sus capacidades, no preguntando directamente. Una vez lo tengas claro, ya podrás hablar de procesos, precios, etc.

Otra opción es modificar tu producto final para la negociación y solo darle la verdadera idea al elegido final.

3. Contrato de confidencialidad

No es la medida definitiva ni más segura, pero es una opción válida. Un primer cortafuegos.

Es probable que no todos los fabricantes chinos le den tanta importancia a este acuerdo como se la damos en occidente pero si no te queda más remedio que negociar en base a una idea original y especificar detalles precisos, es una forma de dificultar su deslealtad.

4. Visita las ferias en China

Visita todas las ferias de productos de China, virtual o físicamente, y comprueba que tu producto no esté ya entre los stands de los principales proveedores del mundo.

Es preferible hacerlo antes de lanzar tu producto en tu mercado potencial porque podrías perder mucho dinero en los gastos extra del lanzamiento de algo que ni siquiera es nuevo para tus compradores.

5. Divide y vencerás

Una de las estrategias de guerra más antiguas que también se puede aplicar a la producción en China.

Es complicado en algunos casos, no lo niego. Pero si puedes recurrir a un proveedor para el modelado de tu producto y a otro para el serigrafiado, embalaje, etc. Reducirás las probabilidades de que la fábrica conozca y replique el producto final.

Ya si puedes realizar estas últimas tareas junto al control de calidad tú mismo o en tu país, será mucho más seguro.